martes, 23 de diciembre de 2014

Publicado en Pressenza.

El sistema de poder mundial pasa por agua tibia la contaminación

16.12.2014 Redacción Perú
El sistema de poder mundial pasa por agua tibia la contaminación
Por Javier Zorrilla.- Centro de Estudios Humanistas "Nueva Civilización", Lima.
La cumbre mundial más importante sobre el cambio climático se realizó en Lima, Perú, entre el 1 y 12 de diciembre, culminando “exitosamente” según sus organizadores. ¿Pero ésta tuvo realmente éxito? ¿Qué significó la COP20 para el mundo? ¿Puede finalmente conseguirse un desarrollo sustentable que asegure un ambiente saludable para las próximas generaciones? Esta y otras interrogantes son respondidas por el antropólogo Javier Zorrilla Eguren, miembro del Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización, quien analiza la cumbre, sus implicancias y nos abre un nuevo norte.
Pressenza: ¿No es limitado el poder de la COP20, si se piensa que los principales países emisores de gases contaminantes relativizan o no se someten a los acuerdos? ¿De qué cumbre hablamos entonces?
J.Z.: La cumbre ha concluido y le ha dado razón a nuestra posición expuesta claramente en el pronunciamiento del Centro Mundial de Estudios Humanistas. El disenso ha sido más fuerte que el consenso. Se ha burlado el principio de “las responsabilidades comunes, pero diferenciadas”. Los países industrializados sostienen ahora que todos contaminan y no quieren asumir su deuda ambiental de doscientos años de contaminación. Por lo demás, solo se ha llegado a comprometer el diez por ciento del apoyo financiero a los países pobres para su adaptación a un desastre anunciado del cual ellos no son responsables.
Pressenza: ¿Cree que basta la sociedad civil organizada para constituir una alternativa?
J.Z: Bueno, sería estupendo que tuviéramos una sociedad civil organizada. Pero esto es un decir. Lo que tenemos son algunos grupos que se organizan. La tendencia es proponer un cambio de sistema ya, como se vio en el evento paralelo de la Cumbre de los Pueblos. Y esto está bien, pero no alcanza. Me parece que esa propuesta todavía no descansa plenamente sobre un nuevo sentido de la vida, no violento contra el ser humano y su medio ambiente. Ya se anuncia pero todavía no se articula en un movimiento social amplio que permita la convergencia de los que aspiran a un mundo más saludable en todo sentido.
Pressenza: Y en el caso de Perú ¿cómo se refleja está problemática global?
JZ.: En el Perú se han ido atomizando los partidos políticos y el propio movimiento social. Ya no existen esos partidos que representaban antes a sectores de la población con un programa al cual se debían si es que subían al poder. Ahora los políticos, grandes o pequeños, son traidores, lobistas, cuando no narcos que defienden intereses particulares. Nada o poco de programas, solo lemas emotivos y sonrisas para la foto. A lo más, populismo. Las voces más críticas, independientes y racionales hablan de que ya estamos en el sendero de México, pues seguimos el mismo programa capitalista neoliberal global que se le impuso y que su clase dirigente aceptó.
Pressenza: ¿No es una situación desigual? Por un lado, los grupos económicos poderosos comprometen poco para reducir el calentamiento global, pero por otro, se desarrollan iniciativas como la Cumbre de los Pueblos. ¿Hacia dónde va la COP20, si el panorama es así? ¿Una lucha entre David y Goliat?
J.Z.: Pienso que cada nueva COP potencia una opinión pública crítica. La contradicción mayor es que las Naciones Unidas no equivale a una Nación Humana Universal y por lo tanto no está organizada para una gobernabilidad mundial. Los procesos de decisión son muy lentos. El protocolo de Kyoto, se aprobó en 1997, pero recién el 2005 entra en vigor (ocho años después). En el 2009 los Estados lo ratifican, menos USA. Estamos en el 2014 y todavía no se consigue una instancia jurídica que sancione a los países que incumplan las metas o caigan en infracciones. Canadá dejó el protocolo por considerar que no debía pagar la sanción impuesta.
Pressenza: Dentro de este contexto mundial que mencionas, ¿cuál es el papel de la Cumbre de los Pueblos, como evento alternativo a la COP20?
J.Z.: Pienso que la Cumbre de los Pueblos toma lo más progresivo de los planteamientos de las Naciones Unidas y a su vez, los potencia promoviendo un cambio sustantivo del paradigma de desarrollo. Por ejemplo, en esta Cumbre los jóvenes han creado el slogan “Cambiemos el sistema, no el clima”. ¿Qué te están diciendo? Que cuando hagas análisis de la ecología, detecta a los responsable de la contaminación. No lo hagas independientemente de la matriz energética, de la matriz tecnológica, del modelo de desarrollo, o del modo de producción.
Pressenza: Lo que se manifiesta en el Perú es que el calentamiento global ya está acá con los deshielos, los glaciares, la fauna, la flora… Pero ¿cuál sería la solución? ¿Cómo escapar si somos parte de un gran sistema económico contaminante, depredador y explotador?
J.Z.: No creo que haya una solución a corto plazo. Desgraciadamente el poder solo cede ante situaciones extremas. Es triste y trágico que tenga que ocurrir una catástrofe para que recién la conciencia humana se plantee el cambio sustantivo. Además la manipulación psicosocial y la corrupción política pasan por agua tibia la contaminación, sin que la población, ocupada como está en su trabajo, sugestionada por los ensueños de consumo, desinformada, sepa cómo salir adelante.
Pressenza: El Centro de Estudios Humanistas propone una ecología integral, con cambios sustantivos, tecnologías limpias y una economía compatible con el medio ambiente. Es decir, hay soluciones que podrían ser efectivas en el combate al calentamiento global, pero ¿por qué hablan de la necesidad de una nueva espiritualidad?
J.Z.: Se necesita una cultura de la no violencia profundamente interiorizada. Vivimos juntos en la misma casa y tenemos que aprender a construir para todos ese mundo sano, equitativo y feliz que anhelamos. Esto solo puede lograrse con una nueva espiritualidad. Una experiencia personal y trascendente que despierte un gran amor por la naturaleza, por la humanidad, en definitiva por la vida y toda su diversidad. Los grandes cambios no se pueden lograr sin un cambio interno profundo. A esta conversión del sentido de la vida, libre, solidaria, reconciliadora con el mundo, la historia y la propia especie humana es lo que llamamos una nueva espiritualidad.
Pressenza: Ustedes proponen una Nación Humana Universal, pero si hablábamos del calentamiento global y decimos que es un problema económico, ¿cómo lo solucionas con esa propuesta?
J.Z.: Nuestra propuesta tiene una base crítica. Hemos publicado estudios sobre cómo puede ser una nueva economía compatible con el medio ambiente. Nosotros proponemos que es necesaria la multiplicación de iniciativas y formas de propiedad, junto con la privada. Organízate como tú quieras, pero cuando lo hagas asegúrate de que no contamines, asegúrate no estar depredando un recurso que tú no puedas recuperar y asegúrate de estar restableciendo el equilibrio que se está alterando por tu modo de producir. Y además, redistribuye la riqueza que tú extraes, porque tampoco te pertenece, le pertenece a la humanidad y la produces no solamente tú, sino también tus trabajadores. Tú no puedes destruir algo que las futuras generaciones necesitan. A menos que tú quieras decir que acá no hay nada que respetar, aquí no hay nada que controlar, que acá cada cual puede hacer lo que le dé la gana, porque le parece, quiere y le conviene. Pero si ese es el principio y el poder privado no quiere ser controlado, fiscalizado, si ese es el principio, así, con este capitalismo salvaje y excluyente, estamos llegando al gran desorden mundial.
Pressenza: Con un sistema violento, ¿cuál es el futuro de la humanidad?
J.Z.: La concepción humanista no es mecanicista. Solamente podemos hablar de probabilidades históricas y decimos que cuando hay una gran crisis también hay una gran posibilidad histórica. Esta se presenta como una encrucijada en la que tenemos que pensar y tomar una decisión. Que esta oportunidad sea tomada por la humanidad en este preciso momento histórico está por verse. Rescato la COP20 porque está haciendo patente la magnitud del desastre. Obviamente no se trata de destruir lo bueno logrado por la industria, ni de proponer un cambio violento, pero sí se trata de reconducir los procesos productivos hacia procesos no contaminantes y de lograr una distribución más equitativa e inclusiva de la riqueza.
Pressenza: Luego de haber hecho este diagnóstico de nuestra sociedad, ¿cree que es posible un desarrollo sustentable?
J.Z.: Posible, me parece que sí. Todavía no existe como convicción profunda, pero ya es un ideal compartido. Lo que falta es la voluntad política para su extensión social. Los líderes responsables escasean. Todo está dado menos la condición política. Se opone la minoría extrema que controla al mundo. Pero la actividad social no violenta va aumentando, aunque todavía no alcanza y el cambio que se requiere no está asegurado.
Pressenza: Frente a todo lo expuesto y las condiciones actuales que nos ponen en agenda el calentamiento global ¿cuál es el papel del ciudadano de a pie para concretar un cambio de rumbo?
J.Z.: Yo creo que este ciudadano tiene que liberarse de la resignación y de su propia violencia interna, liberarse del consumismo y de la actitud del todo para mí. Esta postura profundiza la desunión, la desmotivación, la atomización. Esa desestructuración social originada por una suerte de fundamentalismo egoísta es la que se tiene que revertir. Es necesario aprender a trabajar juntos, valorando nuestras diferencias. Es hora de que nos ayudemos. O se interviene ya resueltamente o luego va a ser tarde y más complicado. En una crisis grave no sales adelante con soluciones pequeñas y parciales.
Pressenza: ¿Y cómo se resuelve este problema de la violencia contra el ser humano y su medio ambiente? ¿Acaso no es lo que ha imperado a lo largo de la historia? Muchos creen que forma parte de la naturaleza humana, que el ser humano es violento por naturaleza.
JZ.: Ese es el argumento de los que dicen que “acá no se puede cambiar nada sin violencia”. Bueno, pero ya tenemos ejemplo como la de Mahatma Gandhi o Martin Luther King. La violencia es un fracaso por una razón muy simple: la aspiración máxima del ser humano es la felicidad, no el sufrimiento. Y es imposible ser feliz viviendo dentro del sufrimiento generado por la violencia. La evolución humana necesita de nuevas etapas. Entonces ¿damos el salto o no? Por esto, el calentamiento global es interesante, ya que pone al ser humano en situación de reflexionar, aprender y corregir un rumbo equivocado.

sábado, 6 de diciembre de 2014

LA EMERGENCIA ECOLÓGICA Y LOS EVENTOS INTERNACIONALES
COP 20 Y LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS
Pronunciamiento

1.    El fenómeno ambiental generado por los gases de efecto invernadero es de tal gravedad para la vida humana que solo cabe intervenir de manera eficiente e inmediata. Los expertos sostienen que si no se actúa ahora, luego será muy tarde para superar la gran amenaza.

2.    El impacto será devastador. Se producirán grandes desglaciaciones, inundaciones, sequías, desertificaciones, falta de alimento, epidemias. Estos desastres generarán conflictos sociales como la lucha por el agua y grandes migraciones. Se estima que para el año 2050, habrá unos 150 millones de migrantes.

3.      El planeta no soportará un estilo de vida basado en el consumo. No es posible que la población mundial llegue al nivel de consumo de países industrializados, pues se requerirían varios planetas juntos para sostener tal estilo de vida. Asimismo no se puede pretender mitigar el calentamiento global y seguir con la misma matriz energética, el mismo tipo de economía, la misma tecnología contaminante y el mismo patrón cultural de consumo y desprecio por la vida.

4.      En este contexto, el Perú es uno de los países más vulnerables. La temperatura en los Andes se elevaría entre 5°C a 6° C y se perderán definitivamente los glaciares. Asimismo, el impacto en los cultivos, fundamentales en la alimentación, será  devastador. De igual modo, la flora y fauna de la Amazonía estará en riesgo de extinción.

5.      En el Perú se ha venido imponiendo un modelo de desarrollo depredador y contaminante. Una prueba de ello es que las emisiones de gas efecto invernadero se han incrementado en un 40% en los últimos 15 años. Según el PNUD, la multiplicación de actividades extractivas, agrícolas e industriales sin control estatal vienen degradando ecosistemas que tienen grandes dificultades para regenerarse. Agravando la situación, se acaba de promulgar la Ley 30230 (“para dinamizar la inversión en el país”) que debilita la institucionalidad dedicada a proteger el medio ambiente.

6.      El planeta atraviesa una crisis espiritual profunda. A la crisis ambiental le corresponde una crisis espiritual, que se refleja en la pérdida de valores humanos fundamentales,en la que la acumulación irracional del dinero y poder está por encima de la felicidad humana y el equilibrio general del planeta. Por lo tanto, no es viable continuar con un capitalismo salvaje y una política de competencia estratégica a través de bloques antagonistas que amenazan con eliminarse mutuamente.

Por las razones expuestas, proponemos:

a)       Adoptar el enfoque de una ecología integral que ponga al ser humano como centro de su preocupación. Es necesario cuestionar racionalmente los modelos de desarrollo y las concepciones culturales que van en contra de la evolución del ser humano. No podemos propiciar soluciones a desastres ecológicos sin modificar el poder político y económico que los produjeron, y sin la consulta previa y vinculante a sus comunidades debidamente informadas.

b)        Una actitud decidida en la adopción de cambios sustantivos e integrales. No deberá demorar más el cambio hacia una industria y tecnología limpias. Asimismo, es urgente lograr el control de la corrupción y del crimen organizado. Por otra parte, la capacitación del sector público es indispensable para llevar a cabo estos cambios sustantivos.

c)        Una Economía compatible con el equilibrio ambiental. Se requiere repensar el diseño del proceso productivo en función de una gestión más eficiente de los recursos naturales, apuntando a un sistema de “cero desechos” en el que se controla todo el ciclo de vida del producto.

d)       Trabajar en una gobernabilidad mundial que proteja al ser humano y su medio ambiente. Las Naciones Unidas y la COP  hacen su aporte, pero es claramente insuficiente.  Han pasado muchos años desde que se conoce la amenaza de los gases de efecto invernadero, sin embargo, no se ha conseguido  implementar acciones relevantes para reconducir el proceso en una dirección que sea favorable y sostenible para el ser humano y su entorno.

e)       Incluir en el problema ambienta la amenaza de  la energía nuclear y el gasto militar. Es indispensable considerar en los acuerdos internacionales el problema de los desechos nucleares, la renuncia al uso de este tipo de energía y el ahorro o la eliminación del gasto militar para el restablecimiento general  del equilibrio ecológico y social del planeta.

f)         Superar el egocentrismo y etnocentrismo: La evolución de la humanidad depende del trabajo en conjunto, la ayuda mutua y la cooperación intercultural. La destrucción del medio ambiente ha puesto a la humanidad ante una crisis, pero también ante una oportunidad. O se cambia el sistema actual o la especie se expone a una regresión severa.

g)        Constituir una Nación Humana Universal no violenta. Es hora de reemplazar el fracasado sistema capitalista por otro sistema basado en la cooperación, el respeto mutuo y el desarrollo sostenible.

h)        Revivir en lo profundo el verdadero amor por todo lo existente, como base de una ética de la no violencia. El nuevo sistema implica sobre todo un cambio espiritual individual y colectivo. Se trata de volver a conectar con el sentido profundo de la vida que hace que actuemos en consonancia con el universo. De otra manera no se podrá superar el pragmatismo oportunista, materialista y cosificador en el que se expresa el antihumanismo actual.


Lima, diciembre del 2014

jueves, 30 de octubre de 2014

Declaración del Buen Conocimiento
-        en camino hacia la libertad –

Desde el comienzo de su historia la humanidad evoluciona trabajando para lograr una vida mejor. A pesar de los avances, hoy se utiliza el poder y la fuerza económica y tecnológica para asesinar, empobrecer y oprimir en vastas regiones del mundo destruyendo además el futuro de las nuevas generaciones y el equilibrio general de la vida en el planeta.
Sin embargo, al tiempo que la aspiración de un mundo más justo y humano parece alejarse día a día, va emergiendo también una nueva sensibilidad que comprende la crisis como una etapa de transformación y posibilidad, proponiendo nuevas formas y conductas en reemplazo de caducas estructuras que ya no sirven de referencia. Estas posturas superadoras van abriéndose paso en el corazón de las personas pero no llegan a configurar aún el mundo nuevo en la superficie social.
Para que el Ser humano pueda seguir su evolución hacia la libertad y el aumento de la felicidad personal y social, es necesario que crezca y se afirme el Buen Conocimiento.
El Buen Conocimiento libera
     El Buen conocimiento surge ya en los inicios de la Historia humana para dar respuesta a las carencias de la especie. Su dirección implica la transformación de condiciones dadas que provocan dolor y sufrimiento. El Buen Conocimiento asume la clara intención de rebelarse ante el absurdo de la muerte, yendo mucho más allá de los límites impuestos por la apariencia de un estado natural definitivo e inamovible. Toda esta búsqueda en pos de superar supuestos determinismos adversos tiene como objetivo la ampliación de la libertad humana.

El Buen Conocimiento comparte
     Los avances en el conocimiento son fruto de la acumulación de intenciones humanas. Son propiedad de la especie humana en su conjunto. El acceso a la utilización del conocimiento no puede, por tanto, estar sujeto a ningún condicionamiento. El Buen Conocimiento rechaza todo intento de monopolizar o restringir el aprovechamiento del conocimiento para mejorar la vida humana, declara la nulidad de su apropiación por cualquier sector particular, denunciando con énfasis las intenciones excluyentes de los grupos de poder. Estos grupos no sólo pretenden el dominio sobre el mundo objetal sino que además intentan controlar la subjetividad humana a través de la apropiación de los medios de comunicación, difundiendo modelos y valores violentos, manipulando la información y pretendiendo silenciar todo intento de cambio.
     El Buen conocimiento proclama la propiedad común y abierta sobre Ciencia, Tecnología y Saber, impulsa la colaboración y el trabajo conjunto para el bienestar de toda la Humanidad.

El Buen Conocimiento lleva a la Justicia y a la Reconciliación
     El Buen Conocimiento se opone a todo tipo de violencia, sea ésta física, económica, racial, religiosa, psicológica, moral o de cualquier otro tipo. Por ello, el Buen Conocimiento lucha contra la injusticia y aspira a un mundo de igualdad de derechos y de efectivas oportunidades para todos sus habitantes.
     Así como la violencia tiene su raíz en la negación de lo humano, el Buen Conocimiento afirma la actitud compasiva que surge del reconocimiento de la humanidad en los otros como inseparable de la propia. De esta manera, el Buen Conocimiento proclama como punto de partida de toda conducta válida y como eje moral indubitable, el principio que dice: “Si tratas a los demás como quieres ser tratado, te liberas”.
     Al mismo tiempo, manifiesta la necesidad de superar la venganza manifiesta o larvada como forma de purificar el pasado, proponiendo asumir una actitud consciente de reconciliación personal y social.

El Buen Conocimiento hermana
     Así como la especie se ha ido adaptando crecientemente frente al medio, diversificando tácticas evolutivas, así también los pueblos fueron ampliando el  conocimiento utilizando variadas ópticas. La pretensión de uniformar una sola vía al conocimiento es producto de la violencia de la imposición de un único modelo cultural. El Buen Conocimiento impulsa el enriquecimiento mutuo que supone la multiplicación y el intercambio de saberes diversos, celebrando la fraternidad a la que conduce el reconocimiento del aporte de cada uno de los pueblos. 

El Buen Conocimiento inspira
     Desde siempre el ser humano buscó dar un sentido creciente a la propia vida. Esto lo llevó no sólo a indagar lo circundante, sino también a profundizar en su interior.  Así el Buen Conocimiento se dirige también a develar lo sagrado, investigando los fenómenos que se presentan en la conciencia como inspiradas intuiciones provenientes de lo profundo. 
     Así como la ciencia ha constituido un factor esencial para la ampliación de las posibilidades humanas, también la espiritualidad colabora con el crecimiento de la vida al liberarse de la superstición y el dogma, mostrando caminos hacia la inmortalidad. De este modo, el Buen Conocimiento postula la superación de ingenuas contraposiciones, integrando lo terreno y lo eterno, el placer y la virtud, lo material y lo energético, complementando lo fenoménico hacia la unidad.
     El Buen Conocimiento impulsa a saltar por sobre los prejuicios aceptados como verdades inconmovibles, propiciando el cambio hacia un futuro siempre nuevo e ilimitado.

El Buen Conocimiento humaniza
     El Buen Conocimiento difunde la actitud de no violencia activa como el modo de superar la inmoralidad que representa utilizar el conocimiento para inmovilizar, controlar o destruir la vida humana.
     Propone la transformación social y personal simultánea para desarmar todo factor involutivo y colocar a la vida humana en su dimensión existencial, permitiendo a todo Ser Humano preguntarse libremente por el sentido de su vida.
     El Buen Conocimiento, en síntesis, proclama la necesidad y la magnífica perspectiva de hacer de la Humanización del mundo un proyecto compartido. La imagen de una Nación Humana Universal es el horizonte que sintetiza las mejores intenciones del Ser Humano en camino hacia la felicidad, la compasión, la libertad y la inmortalidad.  

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sábado, 11 de octubre de 2014

En Lima – Perú



Se realizó el Simposio “Hacia el Descubrimiento de lo
Humano -  del mundo de lo establecido a la libertad”







El viernes 26 de setiembre, bajo el auspicio de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y como parte del IV Simposio Mundial del Centro Mundial de Estudios Humanistas, se llevó a cabo el evento “Hacia el descubrimiento de lo humano - del mundo de lo establecido a la libertad”. El cual contó con la presencia de profesores, estudiantes, profesionales e investigadores sociales.


Ante una situación general de crisis, manifestada en la pérdida de valores, en la  desigualdad social, en el crecimiento de la violencia y en la amenaza del calentamiento global, el evento tuvo como objetivo exponer la nueva visión existente en la educación, la ecología, la antropología, la cosmología y la espiritualidad; diagnosticando la situación actual y reflexionando sobre lo que detiene y lo que promueve lo humano en cada uno de esos campos tan importantes para el desarrollo personal, social, integral y sostenible.
  
El reto[D5]  de la educación en América Latina

En cuanto a la educación como un derecho humano para América Latina, la Dra. Magaly Robalino, representante de la Unesco para el Perú, sostuvo que algunos de los países más pobres muestran avances como el incremento en la escolarización de los niños, la reducción de disparidades entre los sexos y mayores oportunidades para los grupos desfavorecidos.

A pesar de ello, aún existen en el mundo 56 millones de niños privados de escuela, un tercio de los cuales viven en países afectados por conflictos armados, con 14 millones de niños desplazados.

La representante de UNESCO señaló, entre otros factores de exclusión, a la pobreza, la desnutrición, el trabajo infantil; la pertenencia a etnias, pueblos indígenas o minorías sexuales; las discapacidades y el VIH-SIDA. En estas condiciones, la estigmatización y la discriminación institucionalizada atentan contra el ejercicio del derecho.

Finalmente, destacó que en el momento actual, los estados y las poblaciones de la región se encuentran frente a varios desafíos y dilemas: la Educación como derecho versus educación como servicio o lucro; el cultivo de la humanidad versus aprendizajes instrumentales; la Educación para la diversidad y la interculturalidad versus la homogenización y estandarización; los planes y decisiones desde arriba versus la participación y actoría en las escuelas, las comunidades, los docentes y los territorios.

Perú: una educación con “maestros fortalezas

Por su parte, en lo que respecta al Perú, el profesor Marco Tupayachi, reciente director de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana, experto en temas pedagógicos, compartió sus reflexiones sobre lo que ha cambiado en el sentido de la educación a partir de la sistematización de una experiencia trascendental en la ciudad de Lima.
 
Resaltó el rol de profesores innovadores, denominados “maestros fortaleza” que ahora empiezan a trabajar en red, intercambiando sus experiencias y formando un equipo muy unido, motivado e inteligente. Y de las “redes educativas” que permite también el intercambio a otro nivel de estas experiencias y procedimientos.

Ellos han logrado superar la antigua educación autoritaria a través de una pedagogía de la creatividad y de la ternura, en la que la comunicación, la empatía y la investigación-acción van haciendo que el desarrollo humano integral sea en la escuela una experiencia concreta cada día.

También destacó que los colegios públicos en Lima Metropolitana es menor en porcentaje (21%) que los colegios privados, pero sin embargo presentan mejores rendimientos académicos, por una mejor disposición al aprendizaje y al cambio de paradigma, por parte, tanto de maestros, como de alumnos.

Ecología: una revisión de lo humano ante el riesgo ecológico

En el campo de la ecología, el Ing. Rodrigo Arce, experto en desarrollo rural con enfoque en derecho, cambio climático y facilitación en procesos sociales, propuso una “Re-visión de lo Humano ante el Riesgo Ecológico”.

Arce incidió que esta crisis ambiental es el resultado de dos enfoques erróneos de nuestra civilización: la “separatividad” y la “simplificación”. El primero separa al hombre de la naturaleza, al cuerpo del alma, a la razón de la emoción, al sujeto del objeto de estudio, a las ciencias naturales de las ciencias sociales. Por el segundo, los ecosistemas son simplificados en su  agro-bio-diversidad; el ser humano es simplificado al egoísmo, al materialismo, al hedonismo, al éxito individual; la solución del cambio climático es simplificada a una postura apolítica y de mercado, a sólo una respuesta tecnológica y de acuerdos institucionales y de gobiernos.

Sostuvo, en cambio, que ahora es necesaria la ampliación de la conciencia individual a la conciencia colectiva, reencontrándonos con la naturaleza y con nosotros mismos. Obligando a los gobiernos a desarrollar políticas públicas participativas, de gobernanza ambiental y con miras a una genuina sostenibilidad de la tierra.

Cosmología: la “teoría de las cuerdas” y la armonía del Universo

Cuando el ser humano cambia su imagen del mundo, cambia también la imagen de sí mismo y la actitud ante la vida. El Dr. Gonzalo Pflucker, graduado en el Instituto Pratt de Nueva York, en su ponencia “La nueva visión del universo” mostró que detrás de la realidad material hay una red de campos energéticos y fuerzas radiantes que une en un solo tejido o trama a todo lo existente.

Hay una conexión que va desde las partículas infinitamente pequeñas, hasta las más remotas galaxias del espacio interestelar. La tierra y el ser humano son apenas nada frente al macrocosmos, aunque inmensas frente al microcosmos, pero todo se encuentra orientado por un principio de armonía (teoría de las cuerdas) que cada ser humano debería comprender para colaborar con él, en lugar de perturbarlo con conductas violentas y desintegradoras.

Antropología: La frontera entre el viejo y el nuevo ser humano

En el campo antropológico, para una nueva visión del ser humano, Javier Zorrilla, miembro del Centro de Estudios Humanistas, exprofesor de la Universidad Católica y de la Universidad del Pacífico, sostuvo la tesis de que la frontera entre el viejo y el nuevo ser humano está dada por si uno está al lado de la violencia o, por el contrario, del lado de la no-violencia activa.

Zorrilla diferenció las distintas formas de violencia (mental, social, política, económica, ideológica, mediática, interna, externa, manifiesta, latente) y mostró cómo todas ellas operan como un único sistema dinámico y estructural. Sostuvo que solo se puede salir de la violencia si es que, el impulsar lo humano se convierte en el valor central de todas las decisiones y acciones de personas, grupos y gobiernos.

En el nuevo perfil, el ser humano aparece como alguien muy libre, auto-determinado, inspirado, intuitivo, racional y activo en lo personal, social y espiritual.

Alguien que se conoce a sí mismo y supera su sufrimiento aprendiendo a hacer feliz a los demás; que se mueve con un propósito en la vida, mirando con optimismo su futuro y el de la humanidad; que es principista, coherente y  no oportunista.

En definitiva, un ser humano que va acumulando acciones en una dirección superadora de todo tipo de violencia y  sufrimiento.

Espiritualidad: El salto hacia un nuevo proyecto humano

Respecto a una nueva visión de la espiritualidad, Madeleine John, investigadora del Parque de estudio y Reflexión Punta de vacas, Argentina, consideró que el proyecto humano de lucha, dominación y poder sobre el mundo peligroso y amenazante en que emergió, ha llegado a su fin.

Ese proyecto se sustentó en la creencia de la violencia, en la valoración del sufrimiento y la venganza y en la imagen del ser humano como un ser caído, expulsado, exiliado. Con esta intencionalidad el ser humano avanzó volcado completamente hacia el paisaje externo y las transformaciones que fue produciendo en el mundo, lo fueron también transformando a él.

La gran pregunta es: ¿De dónde surgirá un nuevo proyecto humano que nos direccione y succione desde el futuro y dote de sentido a nuestras vidas? La respuesta es que necesitamos un salto, un nuevo nivel de conciencia con mayor profundidad y amplitud.

Desde esa nueva mirada interna, más profunda, nos comprenderemos en nuestras posibilidades ilimitadas, imbricados con los otros, con la naturaleza, el mundo y el universo.

Las experiencias que nos señalan nuevos espacios de la mente están en cada uno de nosotros. Necesitamos reconocerlas, hacerlas conscientes y darles una dirección para que se plasmen en un nuevo proyecto. Esas experiencias llevarán a  la alegría de vivir, al amor, a la no violencia, en definitiva, a la diversidad de valores que sustenten la futura nación humana universal.

La pedagogía de la intencionalidad: Las cinco llaves del aprendizaje

Al finalizar el evento los asistentes participaron del taller vivencial sobre las “Cinco llaves del aprendizaje”, facilitado por el equipo de la Corriente Pedagógica Humanista Universalista de Perú (CoPeHU), que impulsa el desarrollo de un nuevo paradigma de la educación bajo el concepto del Aprendizaje Intencional.

Estas “llaves” del aprendizaje son la atención, el buen humor, el buen ambiente, la afectividad y el dialogo intergeneracional. Los facilitadores llevaron el taller demostrando en la práctica que es posible  aprender mejor con una atención distensa, en un ambiente cálido y de buen humor; donde la afectividad se expresó a través de la “complicidad” de los equipos, la complementación entre todos, la mirada positiva hacia el otro, habilitando el diálogo intergeneracional entre todos.

Los participantes subrayaron que la sencillez del trabajo a través de operaciones simples como dibujar y escribir frases, les había asombrado, ya que encontraron significados profundos que en la vida cotidiana se suelen obviar.

CoPeHU Perú, que ya viene validando su propuesta en la escuela pública, realiza retiros para todas las edades en el Parque de Estudio y Reflexión Ihuanco (www.parqueihuanco.org) y ofrece talleres dirigidos a educadores y padres sobre el “Aprendizaje Intencional”. (Facebook.com/CopehuPeru –  www.copehuperu.blogspot.com). 

Conclusiones para avanzar del mundo de lo establecido a la libertad: El reto lanzado desde Lima-Perú

El IV Simposio Mundial, sede Lima, permitió destacar la importancia de una Visión Humanista para el siglo XXI, en un contexto de incertidumbre, crisis generalizada, violencia y atomización social.

Los problemas son de tal magnitud que nos sentimos pequeños para resolverlos solos, por eso nos necesitamos todos, incluyendo el gran rol que pueden jugar los medios de comunicación.


En este contexto, lo humano destaca como valor esencial, bajo el impulso y la búsqueda de conexión con potencialidades insospechadas. Lo humano es entonces inspirado y fortalecido por el despertar de una Nueva Espiritualidad.

Es posible avanzar en la confluencia de iniciativas, grupos y movimientos que, desde la diversidad de expresiones, simbologías, lenguajes estéticos, van tejiendo redes y circuitos, rompiendo la atomización.

Es posible avanzar hacia un movimiento social amplio, horizontal, autónomo, no violento, activo e intercultural, ello a través de una convergencia humana, dentro de nuestra diversidad. El reto está lanzado desde Lima, Perú.

El evento finalizó elevando aún más  el espíritu del simposio con la fuerza de los Sikuris, música colectiva y danza ancestral que pertenece a los Andes, donde se une lo masculino y lo femenino, lo de arriba y lo de abajo; donde confluyen hombre y naturaleza, con la tierra, la humedad, el fuego, el viento. En ese tejido, el habitante andino se inserta en el cosmos.